Homocisteína, marcador de riesgo vascular. Revisión bibliográfica
Resumen
Introducción: diversos estudios han demostrado la relación de varios factores de riesgo muy conocidos con la aparición de enfermedades cardiovasculares; sin embargo, en algunos pacientes con dolencias cardiovasculares incipientes no es posible encontrar tal relación, por lo que se requiere identificar nuevos factores predictivos, entre los que se encuentra el nivel plasmático elevado de homocisteína.
Objetivo: describir la homocisteína como marcador de riesgo vascular.
Método: se revisó la bibliografía nacional e internacional sobre hematología, correspondiente a los últimos cinco años, disponible en la Biblioteca Virtual de Salud de Cuba, en español e inglés; para la búsqueda se emplearon los términos “homocisteína y aterosclerosis”, “homocisteína y uso diagnóstico”, “metionina y uso diagnóstico”. A partir de los artículos seleccionados se elaboró una reseña estructurada sobre el tema.
Desarrollo: se deben medir los niveles de homocisteína plasmática a todos los pacientes con historia de enfermedad arterial coronaria, tromboembolismo pulmonar, trombosis venosa, aterosclerosis inexplicable (sin factores de riesgo o causas identificables para el aumento de los niveles de homocisteína) y con insuficiencia renal crónica o trasplante renal.
Conclusiones: el papel de la homocisteína como factor independiente de riesgo aterogénico ha sido confirmado por estudios y datos epidemiológicos que demuestran que la homocisteína total circulante elevada es un potente marcador pronóstico de enfermedad cardiovascular y mortalidad en pacientes con factores de riesgo preexistentes; no obstante, la homocisteína es un factor de riesgo modificable puesto que la administración de vitaminas a los pacientes, en niveles adecuados, disminuye sus niveles plasmáticos