Iván Ramón Gutiérrez Rojas^I.

1. Máster en Ciencia e Innovación. Ingeniero en Ciencias Agrícolas. Investigador Agregado en Gestión de la Ciencia. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas. Ciego de Ávila, Cuba.

Las constantes propuestas para la solución de los problemas de salud mediante las "intervenciones educativas" constituyen un tema aún pendiente para los profesionales de Salud Pública, que al parecer no se advierte sólo en la provincia Ciego de Ávila.

De forma sistemática es posible leer los títulos en los que se definen esos tipos de intervenciones, que en ocasiones incluyen un elemento también discutible como "la elevación del nivel de conocimientos", tema para el que no alcanza, al menos hoy –por las reglas editoriales– el presente documento.

Por supuesto que es posible diseñar y ejecutar "intervenciones educativas", pero siempre que el diseño responda a las características de ese tipo de investigación, así como también a la garantía de asesoría o participación en las mismas de especialistas en esa área del conocimiento (educación) y se cuente con el tiempo apropiado para lograr resultados tangibles.

En la práctica es difícil justificar que pueda realizarse ese tipo de investigación en un corto período para diagnosticar, diseñar, valorar los instrumentos, intervenir y evaluar los resultados de la aplicación de un programa o una estrategia que debe permitir no sólo la elevación del nivel de información sobre una enfermedad u otro tema por parte de los sujetos intervenidos (respuesta habitualmente superficial para una investigación biomédica), sino la modificación del comportamiento de éstos.

Al parecer algunos profesionales aprecian que se puede lograr percepción de riesgo con la ejecución de un número determinado de charlas y que es pertinente obtener una especialidad, categoría académica o científica a partir de realizar un pre-experimento mal diseñado que regularmente no ofrece resultados de trascendencia y siempre genera dudas acerca de su real y adecuada ejecución.

Dos de nuestros más respetados profesores se han referido al tema con el mismo enfoque del presente documento. El Dr.C. Hipólito Peralta señala que las actividades educativas pueden producir cambios rápidos en cuanto al nivel de información y habilidades de las personas, pero no en el comportamiento; esos cambios se producen a más largo plazo ya que son procesos conscientes y la "conciencia" no se transforma tan fácilmente. Y continuaba diciendo… "En las investigaciones educativas es muy importante el texto argumentativo, que demuestre que el contenido seleccionado y que los métodos empleados propiciarán una participación activa de los sujetos en su propia autoformación." Por su parte, la Dra.C. Maria Julia Machado se ha pronunciado en sus conferencias acerca del exceso de optimismo sobre los resultados esperados en cuanto a la eficacia de las intervenciones educativas mediante la ejecución de pre-experimentos.

No tengo dudas de que este es un problema que demanda reflexión ya que, si bien la determinación de los tipos de investigaciones a ejecutar requiere esfuerzos (especialmente en Atención Primaria), debe ser tarea de los Comités Académicos y los Consejos Científicos recomendar las vías adecuadas para enfrentar los problemas prioritarios en cada escenario de salud y (específicamente de los últimos) atender las propuestas de artículos antes de ser enviados a publicación, considerando que una vez que son editados no hay marcha atrás: exponen el nivel de desarrollo y competencia de nuestra comunidad científica y, en ese momento, todos estaremos obligados a formar parte del círculo errático de quienes no tomaron en cuenta estas advertencias.

Cordialmente,
Profesor Iván R. Gutiérrez Rojas

Recibido: 25 de julio de 2016

MSc. Iván Ramón Gutiérrez Rojas
Universidad de Ciencias Médicas. Ciego de Ávila.
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