POLICLÍNICO DOCENTE ÁREA SUR
CIEGO DE ÁVILA

Relación Filosofía-sociedad-salud desde la óptica marxista-leninista

Philosophy-society-health relationship from the marxist-leninist perspective

Yudith Pardo RodríguezI, Pedro Manuel Rivero DíazII, Yoelis Losada ArisIII.

RESUMEN
Introducción: a pesar que existe una estrecha relación entre las ciencias filosóficas, la sociedad y la salud pública, no se ha valorado correctamente la importancia de la Filosofía Marxista-Leninista en el sistema de conocimientos científicos que debe poseer el personal de salud cubano. Urge reconocer la utilidad de la Filosofía Marxista-Leninista como instrumento metodológico para enfrentar las contingencias que, necesariamente, aparecen en todos los procesos sociales de alguna complejidad.
Objetivo: exponer las relaciones de la Filosofía Marxista-Leninista con la sociedad y la salud pública, a partir de los contenidos del curso Filosofía y Sociedad.
Método: se realizó un análisis documental, circunscrito a la bibliografía nacional en formato impreso, que incluyó la consulta de la Constitución de la República de Cuba y obras que recogen, desde una perspectiva actual, los aportes de los clásicos del marxismo. Se sintetizó la información acopiada para su presentación.
Conclusiones: el sistema de conocimientos de la Filosofía Marxista-Leninista aporta una concepción científica del mundo, que se extiende a otros campos del saber y la actividad humana. Para el personal de salud cubano conocer y utilizar correctamente el instrumental metodológico de la Filosofía Marxista-Leninista en la práctica diaria significa desarrollar de forma consciente una gestión de salud a la altura de los requerimientos actuales del país.
Palabras clave: FILOSOFÍA, SALUD PÚBLICA, TEORÍA SOCIAL, LITERATURA DE REVISIÓN COMO ASUNTO.

ABSTRACT
Introduction: although there is a close relationship between the philosophical sciences, society and public health, has not been correctly assessed the importance of Marxist-Leninist Philosophy in the system of scientific knowledge should possess cuban health personnel. Urge recognize the usefulness of Marxist-Leninist Philosophy as a methodological tool to address contingencies that necessarily appear in all social processes of any complexity.
Objective: to expose the relations of the Marxist-Leninist Philosophy with society and public health, from the contents of the Philosophy and Society course.
Method: a documentary analysis, confined to the national bibliography in printed form, which included consultation of the Constitution of the Republic of Cuba and works that collect, from a current perspective, the contributions of the classics of marxism was made. The information collected was synthesized for its presentation.
Conclusions: the knowledge system of Marxist-Leninist Philosophy provides a scientific world view, which extends to other fields of knowledge and human activity. For the health cuban personnel to know and to use correctly the methodological tools of the Marxist-Leninist Philosophy in daily practice means to develop in a consciously way a health management up to the current requirements of the country.
Keywords: PHILOSOPHY, PUBLIC HEALTH, SOCIAL THEORY, REVIEW LITERATURE AS TOPIC.

  1. Máster en Enfermedades Infecciosas. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor. Policlínico Docente Área Sur. Ciego de Ávila, Cuba.
  2. Máster en Urgencias Médicas y en Atención Primaria de Salud. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor. Policlínico Docente Área Sur. Ciego de Ávila, Cuba.
  3. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Policlínico Docente Área Sur. Ciego de Ávila, Cuba.

INTRODUCCIÓN
A pesar que existe una estrecha relación entre las ciencias filosóficas, la sociedad y la salud pública, no se ha valorado correctamente la importancia de la Filosofía Marxista-Leninista en el sistema de conocimientos científicos que debe poseer el personal de salud cubano.

La suma de los conocimientos de las ciencias particulares o naturales no brinda, de por sí, una concepción general del mundo con carácter científico(1); le corresponde a la Filosofía Marxista-Leninista esta misión, pues su objeto de estudio está en un rango general respecto al de las demás ciencias.

La Filosofía Marxista-Leninista tiene como objeto de estudio las leyes más generales que rigen el desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano; el grado más abarcador del objeto de estudio de la Filosofía Marxista-Leninista supera al de las ciencias particulares, puesto que éstas tienen por objeto sólo una porción del mundo natural, social o del pensamiento(1).

La visión marxista del mundo surge como resultado del desarrollo de las ciencias particulares - específicamente las naturales- y, en general, del acervo de conocimientos atesorados por la humanidad, a partir de los cuales se enriquece y desarrolla. A diferencia de las ciencias particulares, se basa en los resultados de las investigaciones de las demás ciencias concretas -con las que tiene una estrecha relación-, se apoya en las mismas a la vez que tributa a ellas, ofrece su cosmovisión, actúa como metodología general para la investigación de las propias ciencias e irradia a todos los campos del saber, a la par que orienta la actividad que despliega la humanidad en las más diversas áreas(1-2).

Entre las profesiones que tienen códigos deontológicos muy antiguos que han evolucionado hasta épocas actuales, está la Medicina; las normas recogidas en estos códigos garantizan el mejor ejercicio de la profesión médica y para que sean verdaderamente funcionales, deben formar parte de la personalidad del profesional. Estas normas tienen en su base los mejores valores morales del hombre, los cuales constituyen los cimientos de la imagen del médico(1).

La ética es la parte de la Filosofía que, por concepto, trata de la moral y las obligaciones que rigen la conducta del hombre en la sociedad; es como un proyecto de vida -sólido y bien estructurado, al decir de Félix Varela-, un compromiso del hombre consigo mismo que lo lleva al perfeccionamiento personal interno para poder actuar, y no la simple aceptación de lo que otros piensen, digan o hagan(3).

Con frecuencia los conceptos de ética y moral se confunden, sin embargo son diferentes: la moral viene impuesta por la sociedad, en su contexto histórico, y evoluciona a través de la historia y la cultura; la ética es un proyecto interior de los humanos, por el cual asumen posturas buenas o malas ante la vida de una manera libre, voluntaria y consciente. Ese proyecto se forma e integra con las decisiones y actuaciones consecutivas, forma el carácter que lleva a actuar de una manera u otra, y abarca la vida completa del ser humano(3).

Por su parte, la Bioética es la ética aplicada a la vida humana y constituye, por tanto, la fuente de los principios y comportamientos que iluminan la conciencia y orientan a actuar siempre de forma respetuosa ante la vida y la dignidad del hombre; es una ciencia normativa y no sólo orientadora, que se basa en el respeto al ser humano, a sus derechos y bienes fundamentales. Está en íntima relación con la Antropología, por lo que debe formar parte indisoluble de la práctica médica(3).

En la actualidad se impone concientizar estos conceptos y aplicarlos en el ejercicio profesional cotidiano. Diariamente, en la atención a los enfermos y sus familias, se violan principios éticos elementales y se irrespeta la praxis médica, lo que, en muchos casos, genera insatisfacciones y quejas entre la población, a la par que se daña la dignidad humana de pacientes y médicos y se hieren sentimientos humanos.

Este trabajo parte del principio de integrar los contenidos recibidos en el curso Filosofía y Sociedad -con énfasis en la importancia de la Filosofía Marxista-Leninista para el personal de la salud en general y la sociedad en su conjunto, en el marco de un sistema socialista- para proporcionar una explicación racional a las relaciones entre la Filosofía Marxista-Leninista, la sociedad y la salud, tanto desde la perspectiva histórica y dialéctico-materialista, como desde la perspectiva de las funciones de la Filosofía Marxista-Leninista.

DESARROLLO
Con el triunfo de la Revolución, en Cuba surgió el imperativo social de crear un hombre nuevo como especificidad de la revolución cultural socialista; para la conformación de este hombre nuevo se requiere el establecimiento de relaciones armoniosas entre el individuo y la sociedad así como el desarrollo equilibrado entre las fuerzas espirituales del individuo y los intereses sociales, condiciones sólo son alcanzables con una revolución cultural profunda(1).

El socialismo debe crear un hombre culto; "culto es ese hombre que ama apasionadamente su trabajo sin importarle exclusivamente el monto de la remuneración que la sociedad está en condiciones de retribuirle; culto es el que es capaz de los sacrificios más grandes no sólo por sus compañeros más allegados, sino por los pueblos más distantes, que tal vez ni conozca muy bien, pero sabe que es reclamado porque son útiles sus servicios; culto es el eterno insatisfecho con sus conocimientos, el incansable estudiante que está condenado por el afán de saber, que sólo debe concluir en la tumba, pero no para atesorar sabiduría, si no para volcarla en todo instante sobre quienes la demandan; culto es el que está al tanto de las manifestaciones del arte, de la vida científica, política, de otros pueblos; en fin, el hombre culto en el socialismo es un ser que no podrá jamás medirse con las escalas que se miden en el mundo donde impera el capital"(1).

La Filosofía Marxista-Leninista, núcleo de la concepción dialéctico materialista del mundo -y, por tanto, científica- nació en el seno de la sociedad burguesa, se nutrió de las corrientes ideológicas fundamentales de la época (especialmente de la Filosofía clásica alemana) y del desarrollo impetuoso de las ciencias particulares (específicamente de las ciencias naturales y técnicas) y constituye la expresión ideológica de la clase obrera (que tiene la misión histórica de destruir el modo de producción capitalista y construir la sociedad comunista)(1-2).

Poseer un sólido conocimiento de la Filosofía Marxista-Leninista implica tener una concepción científica del mundo, saber elegir los métodos adecuados, tener un cúmulo de saberes correcto sobre el desarrollo de los objetos y fenómenos, saber realizar valoraciones correctas y tener una ideología revolucionaria(3).

Para los individuos concretos, y para la sociedad en su conjunto, es de vital importancia conocer la relación que existe entre la Filosofía, la sociedad y la salud pública. Los conocimientos filosóficos de los trabajadores de la salud se reflejarán en los resultados de su gestión de la salud pública, en la interpretación de la enfermedad desde una perspectiva social -sin dejar de tener en cuenta el modo y estilo de vida del enfermo-, en la valoración del papel de las estrategias de salud de carácter intersectorial en la gestión del proceso salud-enfermedad y en la interpretación de los principios de la objetividad, el carácter histórico concreto y la concatenación universal de los fenómenos, entre otros aspectos.

La sociedad socialista cubana está institucionalizada de manera que la salud llegue a todos sus miembros; los elevados niveles culturales alcanzados y el grado de organización social conseguido, posibilitan la concreción de programas de salud que actualmente son orgullo de Cuba, y a nivel internacional se reconocen como logros de la sociedad cubana(3).

La Filosofía Marxista-Leninista tiene cinco funciones fundamentales: la cosmovisiva (concepción del mundo); la metodológica, la gnoseológica, la valorativa y la ideológica. La concreción de estas funciones -en forma de saberes- en un individuo, constituye un cuerpo de conocimientos insustituible, que sirve de guía para el devenir social e individual; para los trabajadores de la salud constituye una poderosa herramienta para enfrentar los problemas de la práctica médica diaria, para la toma de decisiones y la investigación(3).

De estas funciones, la principal es la cosmovisiva, porque proporciona una concepción científica del mundo; se define como un sistema teórico donde se explican las leyes generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano. A pesar de que esta concepción del mundo es dialéctico-materialista, no se entiende lo material como causa primera sino como realidad que existe de por sí de manera incondicionada, mientras que lo ideal tiene una existencia condicionada por fenómenos de carácter material. Los fenómenos materiales están sujetos a un desarrollo -entendido como cambio cualitativo de carácter espontáneo- a partir de las contradicciones internas inherentes al sistema material(3).

La función metodológica se refiere al conjunto de procedimientos que se utilizan como medios para el conocimiento del objeto o fenómeno. Pudiera parecer que el método se asume de manera apriorística, sin embargo, debe estar en correspondencia con el comportamiento del propio objeto; en tal sentido su utilización es producto de una experiencia anterior. La dialéctica materialista funge como metodología general del conocimiento científico, no como uno de los métodos específicos de investigación, en los cuales se apoya para alcanzar sus resultados(2-3).

Por su parte, la función gnoseológica indica que la realidad objetiva es la fuente del proceso cognoscitivo y, en consecuencia, señala de qué modo y con qué fines éste debe ser utilizado. Esta función tiene como basamento la cosmovisiva.

Respecto de la función valorativa se debe tener presente que en la valoración no se reflejan las propiedades y regularidades del objeto o fenómeno, sino la significación que éste tenga para el sujeto valorante (en correspondencia con sus necesidades, intereses, aspiraciones y hasta creencias); para diferentes individuos o grupos sociales la valoración puede ser positiva o negativa. En tanto que las concepciones filosóficas están en función de determinados intereses sociales, se convierten en instrumento de valoración de los fenómenos o influencias exteriores que de algún modo afectan los intereses de los sujetos valorantes(3).

La ideología es la expresión teórica de los intereses de una clase determinada; en la cosmovisión dialectico-materialista los objetivos y las ideas están en dependencia de las condiciones materiales del hombre en determinadas relaciones sociales, puesto que lo orienta hacia la transformación de estas relaciones (se trata de cambiar las ideas a la par que las condiciones materiales de existencia), lo cual implica la función ideológica revolucionaria(3).

Utilizada como instrumento, la cosmovisión adquiere carácter metodológico y gnoseológico. Lo primario en el problema fundamental de la filosofía es lo material (método y punto de partida del conocimiento). Desde este punto de vista, las condiciones materiales del hombre determinan su conciencia: el sistema de relaciones donde el hombre se inserta es el que determina el pensamiento que pauta su actividad -el capitalista no lo es porque piensa como tal, sino porque realmente lo es-, de que se concluye que es necesario destruir las relaciones que él encarna, más que intentar la reforma de sus ideas. De ahí la función ideológica-valorativa de la Filosofía Marxista-Leninista, que no es simplemente reformista, sino revolucionaria(3).

La Filosofía se convierte así en el fundamento teórico de la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista en socialista; es en esta última en la que se ponen en correspondencia las relaciones sociales con la naturaleza social del hombre; aunque el hombre es un ser biológico (por ser producto de la evolución natural), también es un ser eminentemente social(3).

El artículo 1 de la Constitución de la República de Cuba (Capítulo I. Fundamentos políticos, sociales y económicos del Estado) deja explícito que "Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana"; el artículo 50 (Capítulo VII. Derechos, deberes y garantías fundamentales) reconoce que "…todos tienen derecho a que se atienda y proteja su salud"(4).

El Estado cubano garantiza este derecho con la prestación de la asistencia médica gratuita, mediante la red de hospitales, policlínicos urbanos y del servicio médico rural, centros profilácticos y de tratamientos especializados, así como con el desarrollo de planes de divulgación sanitaria y de educación para la salud, exámenes médicos y programas de vacunación periódicos a la población, y otras medidas preventivas de las enfermedades. En estos planes y actividades coopera toda la población a través de las organizaciones de masas y sociales"(4).

Para que el personal de la salud pública cubana esté en condiciones de cumplir con los compromisos estatal y social planteados de manera general en los citados artículos de la Constitución de la República de Cuba, no sólo debe estar preparado curricularmente según sus niveles o jerarquías, sino que debe poseer conocimientos sólidos desde el punto de vista científico y filosófico(5-6).

El conocimiento sólido de la Filosofía Marxista-Leninista es garantía de que los profesionales de la salud cuentan con el cúmulo de conocimientos necesarios para una correcta valoración de sus objetivos de trabajo y fenómenos sociales relativos a su campo de acción, abordados tanto en su contexto histórico concreto como en su concatenación universal con los demás procesos(2, 7) y con el correcto sustento de la ética profesional propia.

Como parte de la Filosofía, la ética requiere establecer una correlación con el desarrollo de la cultura en general. El problema -no sólo teórico sino práctico- al que se enfrenta la humanidad en este siglo es consecuencia de las profundas modificaciones ocurridas en las condiciones de existencia humana, resultantes del desarrollo impetuoso de la ciencia y la técnica y los contradictorios fenómenos de la realidad (entre ellos las relaciones intergeneracionales); estas modificaciones exigen del hombre redefinir los valores principales y secundarios para la vida humana.

En el campo de la salud la dialéctica de la unidad de la ciencia, la técnica, la sociedad y la ética, lleva a que en la praxis los valores éticos alcancen su más pleno desarrollo en la unidad médico-comunidad, en la cual se materializan a plenitud el carácter profiláctico asistencial y la realización personal más evolucionada de los profesionales de la salud.

El propio objeto de la profesión médica está en relación con la calidad del sistema de conocimientos sobre la salud y enfermedad de los individuos, la familia y la comunidad y en la posibilidad de mantener, conservar, corregir, regular o construir la vida. Los modos de actuación profesional están en dependencia de esa calidad, que se ha manifestado en la historia de la profesión de dos formas; en la Antigüedad y en la Edad Media el sistema de saberes (conocimientos) médicos tuvo un carácter especulativo, por el predominio del conocimiento filosófico; en los tiempos modernos la actividad médica se añade a saberes que rebasaron el carácter especulativo para convertirse en un sistema de conocimientos que comprueba su veracidad con métodos científicos experimentales.

Los clásicos del marxismo en general consideraron que el conocimiento humano no tiene una historia por sí mismo, sino que este proceso resume la propia historia de la producción social, por lo que el proceso cognitivo refleja el rasgo fundamental del trabajo humano; el vínculo de la teoría y la práctica está constituido por las manifestaciones del carácter multifuncional de la Filosofía Marxista-Leninista.

CONCLUSIONES
El sistema de conocimientos de la Filosofía Marxista-Leninista aporta una concepción científica del mundo, que se extiende a otros campos del saber y la actividad humana. Para el personal de salud cubano conocer y utilizar correctamente el instrumental metodológico de la Filosofía Marxista-Leninista en la práctica diaria significa desarrollar de forma consciente una gestión de salud a la altura de los requerimientos actuales del país.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Cardentey Arias J, Pupo Pupo R, Fabelo Corzo J, Núñez Jover J, Díaz Caballero JA, Fuentes Pedroso JF, et al. Lecciones de filosofía marxista-leninista. Tomo I. La Habana: Editorial Félix Varela; 2005.
  2. Cardentey Arias J, Pupo Pupo R, Fabelo Corzo J, Núñez Jover J, Díaz Caballero JA, Fuentes Pedroso JF, et al. Lecciones de filosofía marxista-leninista. Tomo II. La Habana: Editorial Félix Varela; 2005.
  3. Rojas Ochoa F. Fundamentos políticos ideológicos de la salud pública revolucionaria cubana. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009.
  4. Asamblea Nacional del Poder Popular (Cuba), Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos. Constitución de la República de Cuba. La Habana: Pueblo y Educación; 2009.
  5. Aguirre del Busto R, Prieto Ramírez D. La cultura de la salud. En: Aguirre del Busto R, álvarez Vázquez J, Armas Vázquez AR, Araujo González R, et al. Lecturas de filosofía, salud y sociedad. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2000. p. 25-31.
  6. Puga García A, Madiedo Albolatrach M, Brito Hernández I. Filosofía y ciencia de la enfermería vinculada al proceso formativo de sus recursos humanos. Gac Med Espirit [Internet]. 2007 [citado 14 Feb 2013];9(2):1-4. Disponible en: http://www.bvs.sld.cu/revistas/gme/pub/vol.9.(2)_18/p18.html
  7. Barrera Valdés C. Marxismo, pensamiento y ciencias sociales en Cuba contemporánea. En: Martínez Heredia F. A viva voz. La Habana: Ciencias Sociales; 2010. p. 121-3.

Recibido: 5 de junio de 2014
Aprobado: 27 de noviembre de 2015

MSc. Yudith Pardo Rodríguez
Policlínico Docente Área Sur. Ciego de Ávila
Calle A, entre Fernándo Callejas y José María Agramonte. Ciego de Ávila, Cuba. CP.65100
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