Publicación Científica de la Universidad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila Editorial Ciencias Médicas |
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REVISTA MÉDICA ELECTRÓNICA DE CIEGO DE ÁVILA |
2022;28:e3414 ISSN: 1029-3035 RNPS: 1821 |
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Editorial
La vacunación contra el SARS-CoV-2 (COVID-19): un debate entre la salubridad, la política y el comportamiento en salud
Vaccination against SARS-CoV-2 (COVID-19): a debate between health, politics and health behavior
Nicolás Arturo Núñez-Gómez1* https://orcid.org/0000-0001-7424-3329
1Doctor en Ciencias de la Salud. Magister en Filosofía. Especialista en Psicología Clínica y de la Salud y en Estadística. Psicólogo. Profesor Titular. Universidad Surcolombiana, Facultad de Salud. Programa de Medicina. Área de Psiquiatría. Coordinador del Doctorado en Ciencias de la Salud. Coordinador del Grupo de Investigación “Carlos Finlay”. Neiva (Huila), Colombia.
* Autor para correspondencia. Correo electrónico: ninugo@usco.edu.co
Recibido: 24/01/2022
Aprobado: 29/01/2022
El acceso universal a la vacunación, y a una vacuna segura contra el virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad denominada COVID-19, está sustentado en el imperativo ético de garantizar los derechos humanos, especialmente los de preservar la salud y la vida de la especie humana. La vacuna contra el virus SARS-CoV-2 tiene como intención principal mantener saludable a la población, reabrir las economías, volver a fortalecer los sistemas sociales, y reorientar la atención médica hacia la normalidad.
El imperativo ético consistió en crear una vacuna que cumpliese con el objetivo fundamental: la salud humana. Los diversos grupos de investigación científica en el mundo se han involucrado en una carrera por llegar a tal objetivo, apoyados financieramente por firmas farmacéuticas y muchos gobiernos del orbe. De este modo, surge un primer dilema ético: el desarrollo de pruebas diagnósticas y la producción de vacunas que podrían resultar éticamente dudosas, médicamente peligrosas y socialmente volátiles,(1) frente a la naturaleza urgente y necesaria de estas medidas para la supervivencia de la especie humana.
Las poblaciones orientadas por la experiencia en la vacunación infantil, partieron de la preconcepción que la vacuna contra la COVID-19 erradicaría el virus, así como sucedió con la viruela y la peste bovina gracias a los programas implementados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1974 y la Alianza para la Vacunación (Gavi, The Vaccine Alliance, por su acrónimo en inglés) en el 2000.(2)
En realidad, las vacunas propuestas contra la COVID-19 permiten modular el curso de la enfermedad, al igual que las propuestas para enfermedades no trasmisibles –como las vacunas terapéuticas contra el cáncer– y los objetivos potenciales futuros, los cuales incluyen la adicción, la diabetes, la hipertensión y la enfermedad de Alzheimer.(2) De este modo, aparece un segundo dilema ético: las expectativas de la población frente a lo realmente alcanzado hasta ahora.
Para enfrentar la COVID-19 y sus consecuencias, el proceso de vacunación es una de las más contundentes políticas de contención, junto a la cuarentena, el aislamiento, el distanciamiento social y el confinamiento, medidas para evitar la propagación de una enfermedad contagiosa como la que ha afectado a la humanidad los últimos dos años.(3)
Sin embargo, estas estrategias de afrontamiento se han convertido en un potente factor que agrava la crisis económica y financiera, pues se espera que afecten el producto interno bruto (PIB), lo cual agudizará los problemas asociados al empleo, la desigualdad y la pobreza.(4) Ahora bien: para ciertos sectores económicos, se presumía que el programa de vacunación mundial lograría abrir las puertas a la reactivación económica, por lo que es en estas circunstancias que se presenta el dilema del cuidado de la salud frente a los determinantes sociales y económicos.
En países con economías en desarrollo –en los que un sector importante de la población vive de los ingresos del día a día–, la COVID-19 se convierte en una amenaza a la sustentabilidad financiera; se espera que la vacunación permita fortalecer la economía y aumenten las posibilidades de ingresos, simplemente para sobrevivir.
No obstante, en el momento en que los sistemas de salud llaman a la población a vacunarse, aparecen los mitos: “la inmunidad adquirida por la infección es mejor que la aportada por la vacuna”; “las vacunas contra la COVID-19 causan variantes del virus”; “la vacuna contiene microchips”; “la vacunación contra la COVID-19 puede magnetizarnos”; “las vacunas contra pueden alterar el ADN”, entre muchos otros.(5) Estos mitos originan el dilema “¿me vacuno o no me vacuno?” entre la población potencialmente beneficiaria.
Actualmente, algunos gobiernos han adoptado la vacunación obligatoria para el restablecimiento de una serie de actividades cotidianas que involucran la interacción entre grupos de personas, por ejemplo: la presencialidad en el lugar de trabajo o la asistencia a sitios de esparcimiento, para lo cual se requiere del carnet del esquema de vacunación. Algunos, incluso, pagan por vacunarse, lo que origina el dilema de la libertad individual frente a libertad social.
Al día de hoy, no son claros los efectos secundarios de la vacunación contra la COVID-19 en poblaciones especiales, como niños pequeños, mujeres embarazadas y pacientes con enfermedades específicas. Además, se genera la incertidumbre sobre la frecuencia de aplicación de series de vacunas en corto tiempo. En este sentido, emergen interrogantes como ¿cuáles serán los efectos secundarios?, ¿es mejor una dosis o múltiples dosis?
La vacunación para controlar la COVID-19 es un evento social que incluye a los gobiernos, las políticas de salud pública y los individuos. Tiene efectos sobre el desarrollo social, cultural y económico de los grupos humanos. El valor que fortalece las políticas de vacunación contra el SARS-CoV-2 se asocia con la preservación de la especie humana, y está estrechamente ligado a dilemas éticos, entre los que se destacan: la responsabilidad social de la investigación médica contra los mercados de las compañías farmacéuticas; las percepciones sobre el efecto de la vacuna contra los resultados obtenidos en la contención de la enfermedad; las conductas de protección individual contra las necesidades económicas; los efectos en la economía contra la protección de la salud de la población.
Estos dilemas solo se podrán resolver en la medida en que tanto el trabajo científico como la cooperación entre las personas permitan superar las complejas condiciones de salud. Lo cierto es que el acceso equitativo a la vacuna contra el SARS-CoV-2 es uno de los caminos más concretos para afrontar el estado de endemia causado por esta enfermedad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Conflictos de intereses
El autor declara no tener conflictos de intereses.
Contribución de los autores
Nicolás Arturo Núñez-Gómez: conceptualización, curación de datos, análisis formal, recursos, redacción del borrador original, revisión y edición.
Financiación
Universidad Surcolombiana. Neiva (Huila), Colombia.